miércoles, 6 de enero de 2016

HUELLAS DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA

Hace ya algún tiempo un pueblo pensó que había llegado el momento de ser más justos y hartos de vivir con miedo, de pasar hambre y de ser esclavos de militares, monarcas, ministros de Dios y terratenientes muchos gritaron libertad y tuvieron la idea de formar una democracia que reparase el daño causado por siglos de opresión y forjase un futuro digno para todos sus habitantes. Igualdad de derechos y oportunidades. Pero esas palabras no gustan a la gran bestia fascista y desgraciadamente los privilegios de unos pocos siempre valen la sangre de muchos.

Tras cinco años de intentar sentar las bases para el desarrollo de una sociedad culta y civilizada una facción de los militares apoyados por la iglesia traicionaron a su país y se levantaron en armas contra sus propios hermanos para recuperar el entorno de oscuridad y opresión en el que solo se podían mantener sus privilegios. Así comenzaron la destrucción de un sueño que nunca jamás podrá hacerse realidad.

Hoy os presento unos pocos vestigios de la lucha que gente normal, trabajadores, llevaron al extremo dando su vida por la libertad. Bienvenidos a la guerra de las guerras. Bienvenidos a la Guerra Civil Española.


No he tenido la ocasión de visitar gran cantidad de restos de las batallas que se produjeron durante la guerra pero quiero dejar plasmado lo que hasta el momento he tenido oportunidad de fotografiar. Esta es una de las trincheras situadas en Rivas Vaciamadrid y que corresponden a la batalla del Jarama que se desarrolló durante una veintena de días de un frío mes de Febrero de 1937.


La defensa de Madrid en este punto estuvo dirigida por el General Burillo quien resistió al mando del Ejercito Popular de la República y las Brigadas Internacionales el avance de las hordas traidoras franquistas que pretendían aislar la comunicación por tierra entre Madrid y Valencia.



Las trincheras han sido restauradas por asociacones para la recuperación de la memoria histórica pero aún así el tiempo no es clemente y la degradación de los sacos de arena es inevitable.






Y seguimos la trinchera buscando más fortificaciones




Y encontramos la entrada de un pasadizo excavado en la arena. Y nos asomamos.


Y aquí mis disculpas por no poder ofreceros las fotos del interior del pasadizo ya que no iba equipado con material que me permitiese realizar fotografías en la oscuridad. Os puedo decir que avanzamos por el interior y que era una bajada bastante pronunciada que a unos quince metros gira a la derecha y que termina en pared a otros diez metros.

Y esto es lo que de Rivas os puedo enseñar pero visitemos otro lugar muy poco o nada conocido. Se trata de un aeródromo que el gobierno habilitó en Albacete, en la localidad de la Villa de Ves, para dar servicio a la aviación republicana. Hoy ya no queda nada, los hangares fueron desmontados y las pistas de tierra utilizadas para campo de cultivo. Pero aún queda un centinela golpeado por el viento observando en la más absoluta soledad lo que una vez fue.


Se trata de la torreta de control que daba paso a las instalaciones y que sobresale en un páramo ya olvidado y observando las antiguas pistas que aún se intuyen.


Puede parecer un resto de la historia muy leve y prescindible de ser mostrado pero en su interior, mientras solo escuchas el fuerte silvido del viento colarse por los ventanucos, sientes como una extraña soledad te envuelve y allí, en medio de un extenso páramo pierdes la noción del tiempo y casi puedes transportarte a aquella época.







Empecé toda esta referencia fotográfica diciendo que la Guerra Civil fue la guerra de las guerras y es que pensad que fue en esta tierra donde confluyeron todas las ideologías políticas. Comunismo, Socialismo, Anarquismo, fascismo, y no solo esto, catolicismo, ateísmo, machismo, progreso... En definitiva, cultura y civismo contra la mezquindad fascista. Alguna vez he escuchado que si el Gobierno legítimo de la República Española no hubiese perdido la guerra la segunda Guerra mundial no hubiese comenzado y aunque sabemos que ese hecho no hubiese aplacado a los nazis, ¿no pensáis que con la sopa de ideas que he escrito hace un momento la segunda guerra mundial no empezó realmente en 1936?.

Me despido con la imagen de la puerta de un fortín republicano situado en el Puerto de La Cruz Verde en Madrid.


Espero que os haya gustado. Salud y República.

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